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Tras el espíritu de Bloomsbury group

revista 100 idées 1983
Revista 100 idées de 1983, taller Omega y Bloomsbury group.

Siempre he sido una adicta a las revistas. En los años ’70, Ozono, Ajoblanco o Disco Expres. En los ’80, 100 idées, una revista francesa, cajón de sastre de decoración, moda y arte. En ella, en 1983, oí hablar por primera vez del grupo de Bloomsbury y de el taller Omega.

Por entonces yo era tejedora de tapices y alfombras “voladoras” y este grupo de artistas ingleses de principios del siglo XX, que en un momento dado compartieron casa –Charleston house– pintando y decorando cada uno de sus rincones de manera personal y única, me fascinaron.

Mis hijos Marc y Esteve junto a un tapiz de principio de los '90
Mis hijos Marc y Esteve junto a uno de mis tapices a principio de los ’90.

Bloomsbury group, formado por Vanessa Stephen, su hermana la escritora Virginia Woolf, el teórico de arte Clive Bell, el pintor Duncan Grant, el escritor Lytton Strachey, Maynard Keynes, el crítico de arte Roger Fry, Leonard Woolf, marido de Virginia o Desmond McCarthy. Ese grupo ( o no-grupo ) de Bloomsbury ante todo constituyó una tertulia de amigos que se inició el 16 de febrero de 1905 en casa de los cuatro hermanos Stephen (Toby, Adrian, Virginia y Vanessa), en el 46 de Gordon Square de Bloomsbury, zona oeste de Londres.

Taller Omega en Charleston House
Taller Omega en Charleston House

Sus inclinaciones y actividades  fueron muy variadas pero se podrían resumir en dos: la vertiente literaria, que incluía la producción de ensayos, ficción, edición, e intervención política, y la artística, que se concentraba en las artes plásticas: pintura, escultura, diseño, decoración.

En 1913 Roger Fry fundó un taller de artes decorativas,Omega Workshops, en el que un equipo se dedicaba al diseño de muebles y objetos domésticos, desde un juego de café a un biombo, pasando por alfombras, tapices, lámparas o telas. En todas dominaba una obsesión: la pintura. Pintura ecléctica en la que se combinaban, con evidente sentido del humor, influencias abstractas y figurativas, fauves,cubistas y futuristas. 

Repasando este ejemplar de 100 Idées de 1983 leo : “…ils se sont toujours insurgés contre le “comme il faut”, le chic, le bon goût, tueurs de création et de vie…”

Virginia Woolf diría: “Hemos inventado el arte de vivir”

Tras el aura del grupo de Bloomsbury, Robert y yo nos iniciamos en la decoración, las antigüedades y la restauración en los años 90.
Primero en un taller textil y de muebles pintados en Sineu, más tarde uno de restauración de antigüedades en Llubí.

Noëlle y Robert en el taller Tafetán, 1996.Noëlle y Robert, taller Tafetán, 1996.

Fue entonces cuando tuvimos otro flechazo profesional: se llamaba Tricia Guild, también inglesa -casualidad o no- diseñadora textil y decoradora, pero sobre todo, una amante del color.
Sus inicios en el diseño textil estuvieron muy unidos al arte. Tricia montó una pequeña tienda en donde vendía telas para la decoración, cortinas o manteles, que previamente habían pintado a mano algunos de sus amigos artistas.

mueble pintado por Marie Noelle Ginard
Silla pintada por Marie Noëlle Ginard en Pollensa, 2007

Tricia Guild
Los colores de Tricia Guild

Tricia Guild Trasladó la aplicación del color  a puertas, armarios, sillas, mesas, objetos cotidianos como la cerámica.
Una verdadera revolución en la decoración de interiores y una indiscutible influencia para nosotros dos.

En esa época empieza mi incursión en la pintura, decorativa, sí, pero no por ello menos interesante.
Una indiscutible escuela de el color y las técnicas pictóricas.
Los 10 años que pasamos en Pollentia decoración ( Pollença, of course) fueron  un verdadero aprendizaje para nosotros: Antigüedades, materiales arquitectónicos, técnicas de restauración, casas antiguas, interiorismo.
Este fue el bagaje con el que llegamos a Can Monroig.
¿En qué consiste el arte de vivir del que hablaba Virginia Woolf?

Casas que nos gustaría restaurar
Esta es la casita de “The quiet man” en Mallorca.
De nuestra serie “Houses we would love to restore”
Lugares en Mallorca que nos inspirar, casas que nos gustaría restaurar.

Los colores de Mallorca

Finalmente somos el resultado de lo que hemos vivido y experimentado. Nuestro trabajo va unido a nuestra manera de ser, a nuestros talentos, diría que a nuestra manera de ver la vida.
Muchas veces me pregunto qué impresión debemos dar desde fuera, a través del facebook por ejemplo, y a los que no nos conocen personalmente….y me río, porque sé que muchos pensarán: ¿quienes son estos dos pijos que se dedican a la decoración y organizan conciertos en su casa?
Nosotros también nos preguntamos quienes somos y qué queremos.
Me vienen a la cabeza las palabras de Ramon Trecet, hace años en Radio 3:  “la belleza es lo único que merece la pena en este asqueroso mundo
Y quizás esto es lo que somos, es lo que queremos: una belleza que habla de nuestra historia personal, de la historia de otras personas, que nos acerca a ellas y  a sus talentos.
Tenemos un proyecto que quiere recuperar una Mallorca  olvidada, unos colores perdidos, unas texturas  desconocidas: arquitectura simple y bella.
Tenemos un proyecto que no sólo quiere ser arquitectónico o decorativo. 
Tras el espíritu del grupo de Bloomsbury; tras la belleza de una isla que no debemos abandonar en estos momentos; tras el talento de músicos, creativos y quienes quieran  compartir con nosotros instantes de magia en Can Monroig.



Hoy he encontrado este vídeo Patti smith y bloomsbury donde otro de mis referentes, Patti Smith y desde Charleston House, la casa que compartió el grupo de Bloomsbury, habla de la influencia que estos han tenido en su vida. ¿Casualidad? No lo sé.

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